3 de julio de 2014

Musts en Social Media



El branding marketing implica todas aquellas características emblemáticas que conforman a una marca (nombre, logotipo, posicionamiento, diferenciadores, etc.); éstas deben estar pensadas y enfocadas de lleno a nuestro target, a sus necesidades, deseos y expectativas, justamente para generar identificación y vincularse emotivamente con él.

En ocasiones, se puede cometer el error de pensar que ya conocemos lo que quieren los consumidores o que podemos crear necesidades sólo porque nuestro producto es tan innovador que todo mundo comprará uno; sin embargo, la realidad es otra, para conocer las demandas del mercado es indispensable mantener una comunicación constante y bidireccional con él. La mayoría de las herramientas útiles para poner los pies sobre la tierra y conocer de primera mano lo que busca el público meta, las encontramos en la investigación de mercados; destacan las entrevistas uno a uno, los focus groups y las etnografías, por la información tan rica y detallada que arrojan. Asimismo, contamos con alternativas digitales como los social media, que sirven de apoyo en la tarea de escuchar a nuestros consumidores, tanto en sus quejas, inquietudes, e incluso, halagos; a fin de cuentas, todos estos comentarios son información valiosísima que nos servirá para mejorar como empresa, además de permitirnos brindar productos y servicios más competitivos.

Hoy en día, indiscriminadamente, diferentes empresas incursionan en los medios digitales, lanzan su fan page porque es lo que está de moda, y así, creen que mágicamente sin invertir tiempo, dinero y creatividad en contenido digital van a conseguir miles de seguidores e incrementar sus ventas. El solo hecho de tener presencia en Internet no va generar el engagement que requiere el branding, para lograr este cometido se deben tener en cuenta los siguientes puntos:

1. Abrir la conversación
La comunicación digital no trata únicamente de reflejar nuestros valores corporativos o nuestro amplio portafolio de productos. Es imperante crear contenido que invite a nuestros seguidores a comentar y compartir nuestras publicaciones; para ello podríamos plantear preguntas directas o presentar textos, imágenes o videos que generen identificación con el target.

2. Actuar con sinergia
Todos los esfuerzos de comunicación, incluidos los digitales, deben estar alineados a la estrategia general de la empresa, de no ser así, podría cometerse el error de ser incongruente con el tono y manera en que le hablamos al consumidor en medios masivos, y en cómo lo hacemos en comunicación digital. Por lo que todas aquellas acciones en social media deben corresponder con el posicionamiento y personalidad de nuestra marca, a la vez de mantener un discurso en común.

3. Pasar de lo virtual a lo real
Para conmemorar días especiales o simplemente para incrementar nuestros picos de atención, podemos invitar a nuestros seguidores a participar en pequeños concursos que les permitan acceder a regalos o promociones que tengan una relación directa con nuestra marca, de esta forma, logramos tangibilizar nuestra comunicación digital.

4. Actualizar contenido constantemente
Muchas veces, las empresas no se preocupan por renovar su contenido digital, lo que ocasiona que su imagen se perciba estática y lo expuesto en la red no resulte atractivo para el público meta. Si se ha decidido incursionar en medios digitales, se debe considerar que el diálogo en ellos debe ser constante, ya que la naturaleza de Internet es brindar información actual e inmediata. 

5. Ser diferentes
Por último, es sumamente útil explorar qué hace la competencia en medios digitales para percatarnos de sus debilidades y fortalezas, y así poder actuar en consecuencia, además, nos permite elegir mejor el tipo de contenidos que expondremos en social media. El objetivo en este punto es lograr que lo mostrado por nuestra marca sea diferenciado de lo que actualmente está posicionando la competencia; de esta forma, estaremos más cerca de alcanzar un lugar en el top of mind en vez de parecer un simple me too.

Dadas las características que posee la comunicación digital, podemos observar que es un medio sumamente versátil que nos permite dirigirnos de una manera prácticamente inmediata con nuestros consumidores; en este sentido, contamos con una herramienta idónea para comunicar y reforzar diversas acciones que ejecuté nuestra empresa: nuevos diseños de empaque, promociones, activaciones, etcétera. Los medios digitales nos permiten movernos al mismo ritmo acelerado como lo hace el mercado, la información proveniente de la red y la subjetividad ambivalente de los nuevos consumidores.

Hasta siempre.

30 de abril de 2014

El origen de la desgracia


El filósofo analítico Bertrand Russell1 hace una comparación entre los animales y los seres humanos; mientras que los primeros son felices con el solo hecho de tener salud y comida, los humanos somos mucho más complejos, ya que esos factores no nos son suficientes y buscamos estímulos mayores. Nuestra infelicidad está edificada tanto en el sistema social en el que nos desarrollamos, como en la configuración psicológica individual.

Para detallar su tesis acerca de la infelicidad, Russell creó tres perfiles basados en la relaciones objetales2 de cada persona. En esta ocasión, los expondremos junto a ejemplos prácticos (perfiles de consumidores) que podríamos encontrar en el mercado:

1. El pecador: Está absorto en la conciencia del pecado. Este hombre constantemente incurre en su propia desaprobación, por lo que su interacción con el entorno se basa en llevar a cabo las máximas de comportamiento que recibió desde pequeño, de esta manera, logra atenuar el sentimiento de culpa que le genera no ser lo que debería. En este sentido, un consumidor “pecador” es aquel que estriba sus compras con base en el deber ser. Como “pecadores” podemos encontrar personas con sobrepeso que compran productos light, o amas de casa modernas que prefieren regalarle a sus hijos tablets y smartphones en lugar de pasar más tiempo conviviendo con ellos.

2. El narcisista: El narcisismo es de cierto modo, lo contrario al sentimiento de culpa. El narcisista se admira a sí mismo y desea ser admirado, sus acciones van encaminadas a un fin, por lo que la técnica o el desarrollo carecen de interés. El narcisista es incapaz de apreciar algo sino tiene relación directa con su propia persona. 

Tenemos entonces que un consumidor “narcisista” es un consumidor inspiracional, o sea, sus compras son proyectivas, por medio de ellas busca a toda costa reforzar su identidad. Consumidores “narcisistas” son aquellos que pimpean compulsivamente sus coches con la única finalidad de proyectar su virilidad, otro consumidor con este perfil es aquel que se tatúa el logotipo de Harley Davidson sólo para reconocerse y ser reconocido como auténtico amante de la marca. 

3. El megalómano3:: Lo caracteriza el deseo por el poder; prefiere ser temido antes que ser amado, quiere asegurarse de siempre tener más ventaja que los demás. Son devotos del placer porque a través de él logran olvidar sucesos negativos, generalmente humillaciones sufridas en la niñez o juventud.

El consumidor “megalómano” es aquel que busca tener el control para mitigar el miedo al desconcierto. Aquí nos encontramos con sujetos sensibles a compras que aseguren su futuro, ejemplos de sus búsquedas son seguros de vida, créditos hipotecarios, inversiones a largo plazo, etc. 

En resumidas cuentas, ¿qué tienen en común estas causas psicológicas de infelicidad?, justamente, el que las personas infelices son aquellas que, habiéndose visto privadas de jóvenes de alguna satisfacción normal, han llegado a valorar un driver como extraordinario, más que cualquier otro, y por tanto, han encauzado su vida en una única dirección. 

Si una marca pretende “venderle” felicidad a estos seres aparentemente desafortunados, debe construir un discurso creíble y contundente que genere transferencia positivacon el público, un discurso en el que el producto o servicio en cuestión consiga centrar los pensamientos y esperanzas de su target en algo trascendente y real, algo que le brinde la confianza necesaria para que la marca funja como aliada en ayudarle a encontrar cierta paz en los problemas cotidianos de la vida. 

Hasta siempre.

1 Russell, Bertrand (1930) La Conquista de la Felicidad. Barcelona: DEBOLSILLO
2 En le teoría freudiana, las relaciones objetales son aquellas que tiene el sujeto con todo lo que conforma su ambiente (personas, objetos, etc.), con la meta de alcanzar su autorrealización.
3 La palabra megalomanía se deriva del griego μεγάλος —megálos— (grande) y μανία —manía— (locura). Es un estado psicopatológico caracterizado por delirios de grandeza, poder, riqueza u omnipotencia, incluso puede llegar a ser una obsesión compulsiva por tener el control sobre todo y sobre todos.
4 Desde el punto de vista psicoanalítico, la transferencia positiva es el vínculo bidireccional que produce confianza, identificación y entrega entre ambas partes. Su opuesto es la transferencia negativa, caracterizada por sentimientos hostiles y de enojo.
Imágenes del tema: Petrovich9. Con la tecnología de Blogger.