Persuadir a nuestros shoppers no es tarea fácil, existen infinidad de variantes que van a afectar su decisión de compra (empaques, promociones, precios, marcas, etc.); esta gama de variantes desencadenan en diferentes percepciones de riesgo, generalmente éstas se dan más en productos de nueva adquisición.
La percepción de riesgo se divide en:
- Riesgo económico: Pérdida de dinero en algo de baja calidad o que en realidad no se necesita
- Riesgo físico: Los daños que puede sufrir el consumidor por el uso del producto
- Riesgo de funcionamiento: Depende de la fiabilidad del producto, es decir, si este funciona bien.
- Riesgo psicológico: Es la posibilidad de que el comprador quede defraudado o se sienta estafado de alguna manera en caso de que el producto sea inferior a los esperado.
- Riesgo social: Quedar en ridículo o ser discriminado al utilizar el producto o servicio
Conocer la gama de riesgos a los que es sensible el consumidor es una razón más para enfocarse en la propuesta de valor que están ofreciendo las empresas, además, es necesario trabajar en posicionamientos que comuniquen marcas contundentes, para que éstas, sean a prueba de riesgos percibidos.
Hasta siempre.